Aunque abarca menorquina solo hay una, se puede escribir de ambas maneras, siendo correctas las dos. Esta sandalia menorquina posee su propia denominación de origen, por eso también es correcto que cuando los escribimos lo hagamos con V.
Las avarcas son un antiguo calzado de origen rustico y su arquitectura se inspira en la flexibilidad y resistencia girando entorno a 3 ejes importantes que son la tira, la pala y la suela neumática de caucho. Todo comenzó cuando los payeses menorquines, obligados a atravesar a diario incómodos y pedregosos caminos, dañaban sus pies y veían como se dificultaban sus condiciones de trabajo y hacían más difícil un trabajo duro pero imprescindible, es decir, como la necesidad agudiza, de esta manera aparecio el primer par de avarcas menorquinas.
Con el paso de los años y la popularidad de la comarca, que se vio reflejada en el aumento del turismo, fue el eje trasmisor, para que un producto tan tradicional, y de nuestra tierra, como son las avarcas, comenzaran a popularizarse, y a extender por el resto de geografía, tanto nacional como internacional.
Actualmente, son un producto que no solo utilizan los payeses como en sus orígenes, sino que cualquier persona, ya sean trabajadores, jóvenes, jubilados e incluso reyes, tienes el placer de contar con un par de avarcas menorquinas en su armario.
Pero como ya os hemos explicado en otro post, comprar siempre avarcas menorquinas de calidad, que son aquellas que cuentan con el sello de calidad Avarca de Menorca, creado por nuestro gobierno insular, para proteger un producto tan único y tan nuestro como son las avarcas, frente a posibles falsificaciones que en nada cumplen las características que deben de tener las sandalias menorquinas.
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