El calzado menorquín se caracteriza por ser elegante a la vez que cómodo. Y por su versatilidad: te vale tanto para acudir al chiringuito como para ir de compras o a uno de esos restaurantes elegantes que tanto te gustan.

MENORQUINAS O AVARCAS
Las hay para hombres, mujeres, niños y niñas. Te las recomendamos porque aportan frescura, seguridad y relajación. Y pueden ser elegantes, deportivas, clásicas o rústicas.
Están confeccionadas de forna artesanal con piel de primerísima calidad de origen español. Llevan suela de neumático y por debajo de la misma un cosido que resulta muy resistente. Apenas se desgastan.
Suela de neumático quiere decir que la suela se refuerza con el caucho de las viejas ruedas de automóviles una vez recicladas.
Este material permite una pisada más suave y cómoda, que resulta muy recomendable en términos de salud.
Solo llevan cubierto el empeine y los dedos. Se sujetan al pie con un par de tiras que parten desde la suela.
Este tipo de calzado se elabora con materiales de primeras calidades, circunstancia que explica su auge.
FRAILERAS
Son las que recomendamos si eres de esos que frente a la libertad que ofrecen las menorquinas, prefieren llevar el pie algo más sujeto.
Precisamente por esto, están especialmente indicadas para los niños, porque con ellas pueden correr y saltar.
Suponen una evolución de las avarcas, ya que el talón va cubierto y la hebilla hace posible un ajuste perfecto.
Se trata de un calzado ecológico que al tener la suela de goma resulta especialmente cómodo. Y muy fresco, gracias a la calidad de cuero que se utiliza para su confección. Cuando te las pones tienes la sensación de ir tan cómodo como si fueras descalzo.
Menorquinas y fraileras, el calzado más cómodo del verano, en el que cada vez ganan más peso el color y el diseño.

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