Los pies necesitan sus cuidados al igual que el resto del cuerpo. Por ese motivo, debemos preocuparnos de usar un jabón suave a diario, así como una buena hidratación que ayude a proteger y reparar esta zona tan delicada. Además, en verano es más necesario aún, sobre todo si utilizamos zapato abierto o sandalias menorquinas.
Es muy importante exfoliar la piel de los talones, por lo menos tres veces a la semana, si queremos eliminar las pieles muertas y frenar la aparición de durezas y callos. En el caso de que existan excesivas grietas, debemos prestar atención porque el pie no lucirá nada bonito.
1. Aseo diario
Es fundamental que los pies se laven de forma diaria con agua tibia y evitar baños que sean muy prolongados.
2. Hidratación
Una crema hidratante, indicada específicamente para este uso, ayudará a mantener el equilibrio que tanto se necesita.
3. Control del estado de los pies
Es bueno examinar de forma diaria cómo se encuentran nuestros pies. Comprobar si hay grietas, callos, llagas o posibles infecciones. Nunca hay que descartar la visita al podólogo en caso de que fuese necesario.
4. Cuidados de las uñas
Asimismo, hay que cuidar con mucho esmero nuestras uñas y deben siempre cortarse rectas. Una uña mal cortada o limada puede causarnos verdaderos estragos.
5. Elegir el calzado
Debemos elegir bien el calzado que vamos a utilizar y saber si se adapta perfectamente a nuestros pies. No es lo mismo un zapato cerrado y con cordones que una sandalia muy abierta que no sujete correctamente y pueda causarnos alguna lesión.
Nuestra recomendación en verano es usar sandalias menorquinas porque no solo no pasan de moda, además son fáciles de combinar con cualquier tipo de ropa. Un vestido largo, shorts, minifalda vaquera o blusón playero son algunas propuestas que nos ayudarán también a resaltar unos pies bonitos y cuidados.
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